domingo, 15 de febrero de 2009

HUMANISMO Y ESPIRITUALIDAD HOY EN DIA


Marilenca Bailey Jáuregui.


"Estoy convencido de que el universo esta bajo el control de un propósito amoroso: debajo de la apariencia dura del mundo, existe un poder benigno".
Martin Luther King


Los valores básicos en la filosofía y en la psicoterapia humanista desde hace mucho que afirman que todos los seres humanos contamos con una sabiduría organísmica inherente a nosotros, una luz interior con la que venimos originalmente. El humanismo en esto nos ve a todos los seres humanos iguales por naturaleza: todos tenemos esta luz original, independientemente de lo que hagamos o no con ella después en la vida de cada individuo. Todo sufrimiento y neurosis, cubre esta luz. En la psicoterapia humanista pretendemos desde luego respetar y subrayar la sabiduría de la persona desde la cual esta sabe mejor que nadie que es mejor para ella y sus circunstancias.Esta sabiduría básica, o tendencia formativa y actualizante, nos lleva a desarrollar al máximo nuestras capacidades o potencialidades, no sólo para sobrevivir o atender nuestras necesidades básicas, sino que nos lleva a buscar crecimiento, a desarrollar nuestra espiritualidad o a satisfacer nuestra necesidad de trascendencia como lo refiere Maslow. También el reconoce que esta parte espiritual o valorativa es parte de nuestra biología. Me parece acertado afirmar que la búsqueda por satisfacer estas "meta-necesidades" es paralela y no posterior a la búsqueda de satisfacción de nuestras necesidades básicas. De hecho creo que el humanismo actual intenta aliarse con esta luz para con ella limpiar todas las pautas de detenimiento, patologías, neurosis o problemas en la vida del sujeto. Sabemos que en la medida en que el sujeto esté en contacto con su espiritualidad, su luz, tiene más posibilidades de ser feliz y sano. Lo que nos enferma en cualquier sentido tiene que ver con algún nivel de desconexión con esta sabiduría innata. Sabemos que crecer tiene que ver con esta luz que ilumina desde dentro hacia fuera, no solo con luces que nos iluminan desde fuera. Es en un "cambio de luces" en donde la consciencia se incrementa en un proceso de terapia. Nadie puede ser "sanado" desde fuera si no participa y construye su crecimiento de manera responsable. La libertad es un factor decisivo. En la actualidad sabemos que la necesidad de desarrollo espiritual va mucho más allá de las religiones, y las abarca a todas en sus fundamentos básicos. Es un hecho que necesitamos trascender, vincularnos con "algo más", algo que nos preceda y anteceda. Como afirma Bugental, la trascendencia es el objetivo de la realización propia del ser.Desde la visión holística del humanismo actual, incluimos todos los aspectos de la persona: físicos, emocionales, mentales, energéticos, sexuales, sociales, familiares, ecológicos etc. y desde luego los espirituales. Un humanismo real, verdaderamente holístico, no podría excluir ningún aspecto, sino que incluye y respeta a esa totalidad compleja que somos.En la psicología y psiquiatría actuales, la necesidad de espiritualidad es muy real, como en las demás áreas del conocimiento humano. En el DSM-IV ya aparece una nueva catalogación diagnóstica de "problemas religiosos y espirituales", lo cual nos habla de que el "status quo" tradicionalista ya están asumiendo estos temas, ya no están arrumbados en el desván de lo sobrenatural (Brennan), sino que toman su lugar como parte de la neurosis común.En la psicoterapia humanista y transpersonal seria, se respeta profundamente a los sacerdotes, gurus, maestros espirituales, shamanes, etc. y no se pretende sustituirlos, porque sabemos que todos los caminos van y vienen de Roma. Lo que no se puede hacer, sin embargo, es negar que la mayor parte de pacientes y alumnos están buscando su camino espiritual cada vez con más frecuencia y hablan de ello en sesiones grupales e individuales. La insatisfacción con la situación planetaria general de inseguridad, la promoción de la competencia desmedida entre todos y por todo, la guerra del miedo, la sobre-politización de la vida, la acumulación per se, y el auto-olvido de lo sagrado, como por ejemplo del planeta y su salud, dejan cada vez más ciudadanos insatisfechos, confundidos y dispuestos a transformar su realidad. Estamos urgidos de co-crear una realidad más sensata y vivible. No podemos dejar de ver que en los consultorios, al promoverse la conciencia, realmente también se promueve la conciencia colectiva. Intentamos promover la autorresponsabilización, y que las personas puedan estar en contacto con su poder real, ni menospreciado ni inflado: tomar el poder respetando y reconociendo el de los demás. A estas alturas ya seria el colmo decirle a alguien que es lo que debería hacer desde un punto de vista del "establishment terapéutico". Este poder nos devuelve la visión de que somos seres con poder de co-crear nuestras realidades personales y sociales. En la medida que las personas retoman su responsabilidad, su poder, actúan, ya que no le proyectan tanto poder al miedo y a la duda, a la incertidumbre y a la victimización, a la inevitabilidad de la guerra "de otros". El humanismo, entonces, no pretende "resolver" o aconsejar con respecto a ningún tema, y menos al espiritual, pero ofrece empatía, respeto para que las personas se autodescubran también en ese aspecto, como lo haría en el aspecto sexual, familiar o cualquier otro. La búsqueda de sentido y de espiritualidad según Víktor Frankl proviene mucho del contacto con la carencia y el dolor, con el sufrimiento, y es por eso, afirma, que "lo espiritual" es muy parecido a "lo instintual". Según Rollo May lo que nos sostiene es el amor (o su búsqueda) lo que nos empuja hacia una nueva dimensión de la conciencia, ya que ésta está originalmente basada en la experiencia del plural, del nosotros, del origen. Entonces sería imposible esperar que estos temas no sean tocados en terapia y confinarlos a "otros especialistas", sino que de esto también hablamos los pacientes y terapeutas, ya que somos humanos.El terapeuta humanista transpersonal (o el humanista que toma en cuenta "lo espiritual" y empatiza con ello) se convierte en lo que Wilber plantea como un "científico contemplativo", que ya conoce ciertas ciencias empíricas y fenomenológicas y continúa ofreciendo su presencia. La ciencia actual, cada vez más cerca del humanismo, de la espiritualidad, del misticismo, habla de la "resonancia mórfica", de "resonancia o tendencia armónica", de la globalización, de un sentido de pertenencia en toda vida y en toda especie a un todo más grande, a un "orden implicado" (David Bohm) que nos precede, que nos une y hermana. No es una globalización masificadota y deshumanizante que no respeta las diferencias en la que queremos participar, sino de la posibilidad de globalizar la intención de resonar armónicamente con el amor, el respeto, la aceptación, la empatía y el desarrollo humano. La posibilidad de resonar verdaderamente con la sabiduría organismica colectiva, incluyendo las individuales, la real posibilidad de resonar con el desarrollo espiritual.

El humanismo actual ya no está preocupado por si incluye o no a la espiritualidad en sus dominios aprobatorios, la asume como válida desde una experiencia propia e individualizada. El humanismo actual es incluyente de las inseparables existencia y esencia. Las experiencias de totalidad y de unidad que son reunidas en "lo espiritual" según Fromm, no tienen porqué ser excluyentes. Ya no se intenta co-participar de dicotomías dualistas que solo sirven para alejarnos del propósito común: incrementar nuestra consciencia y crecer. En esta unión asume su responsabilidad por esa resonancia colectiva. Se ve a si mismo como parte del todo, valorando, cultivando y enriqueciendo las similitudes y las diferencias. Hay un mayor sentido de realidad en esta responsabilidad que se asume profundamente a sí misma, pero no se fanatiza de su individuación, y puede pluralizar y moverse en el tiempo espacio. La pregunta es cómo las actitudes básicas humanistas se pueden transformar en verbo y sustantivo, por ejemplo, la actitud o disposición a la aceptación empatica, encuentra su base en una intención transpersonal (que nos reconecta con el todo), desde la cual estas actitudes pueden ser comunicadas con mucha más congruencia, profundidad y seguridad, y sin negar su origen. Estamos siendo invitados por las ciencias exactas a asumir que la intención colectiva es poderosa, es útil y ha sido muy poco usada, desperdiciada, y de la que Fromm hablaba al referirse al inconsciente colectivo espiritual.Después de haber recuperado un poco de nuestro poder para ejercer el libre albedrío, la primera persona del singular, después de tomar nuestro lugar, podemos incluirnos y co-crear en plural sin perder la identidad, sin traición. Somos singulares y plurales al mismo tiempo: estamos en un paradigma en donde concordamos con lo universal y lo individual simultáneamente, intentando fluir, sabiendo que la oposición y la resistencia nos detienen. En el Instituto Humanista de Terapia Psicocorporal (INTEGRA), trabajamos para transmitir y vivenciar estos valores, intenciones y actitudes a través de nuestra mejor herramienta: el cuerpo. En nuestro cuerpo físico están, a nivel de memoria celular, todos nuestros días, nuestras vivencias, dolores, amores, pérdidas y recuerdos. En mi cuerpo está el acceso a todo lo que soy. Para traspasar el nivel puramente racional o material, y entrar en lo profundo del alma y el corazón humanos, a su luz y oscuridad, es decir, para hacer psicoterapia profunda: el gran vehículo es el cuerpo. En este tipo de trabajo corporal promovemos un contacto corporal empático, suave amoroso y profundo: no promovemos el empujar ni jalar, sino la contención terapéutica amorosa, el sostener al otro acompañando lo que hay. No promovemos la violencia como herramienta terapéutica, ya que no lo es. Sabemos que para sanar, crecer, trascender, ampliar la conciencia, o disminuir las pautas de detenimiento, lo que cuenta es lo auténtico de la empatía, de la aceptación, de la posibilidad real y experiencial del amor incondicional. Es el cuerpo el mejor vehículo para hacerme consciente de mi necesidad de trascendencia, de mi carácter, de mi luz, mis trampas y sombras, de mis modos de relación, de mi profundidad, donde reside mi capacidad de auto-regulación. Tenemos el cuerpo como clave de acceso a la espiritualidad humana, para adentrarnos al misterio de la vida: por eso es tan importante: nos hace más eficiente el camino. El concepto de potencial humano se actualiza reincorporándole el cuerpo, a través de una visión evolutiva incluyente y unitaria del universo.Creemos que en esta época el humanismo como práctica cotidiana es urgente para promover el bienestar global. El humanismo es por naturaleza, como el ser humano, espiritual, y desde luego en crecimiento, en evolución permanente, preguntándose a sí mismo acerca de sí mismo, sabiendo que la conciencia no tiene límites y que hay mucho por hacer.

marilenca@yahoo.com.mx

BIBLIOGRAFIA

1. J. Humanistic Psychology, vol.18, No.1, (invierno 1978), Art. "The formative tendency", C. Rogers.

2. The USA body psychotheraphy journal vol. 2, No.1, (2003).Art. "Carl Rogers: body-oriented psychotheraphist". Peter Fernald.

3. Prometeo 34, El despertar (2003). Art. "Psicología y espiritualidad", Raúl Lujan.

4. Mas allá del ego, (1980), Maslow, Capra, Tart, et al. Art. "Una teoría de la metamotivacion: las raíces biológicas de la vida valorativa". A. Maslow.Art. "Niveles onticos del crecimiento terapéutico", James Bugental (ex-presidente de la Association for Humanistic Psychology).

5. J. Humanistic Psychology, vol. 18, No. 3 (verano 1978) Art. "Rogers: formative tendency, Smuts, and Adler: a humanistic consensus". Heinz Ansbacher

6. Perspective (revista de la Association for Humanistic Psychology AHP), sep. 2002. Art. "Novato Institute, Hanna Somatics, Sonoma State, Humanistic Psychology Institute", Eleanor Criswell.

7. Perspective (AHP), (mayo 2003). Art. "Religious and spiritual problems", Sharon Coulder.

8. Perspective (AHP) (marzo 2003), calendario de eventos.

9. Perspectiva (AHP) (julio 2002), Art. " Spiritual Inquiry in psychotheraphy and the effect of managed care", Katherine Sainz

10. La presencia ignorada de Dios: psicoterapia y religión (2002), Víctor E. Frankl

http://www.instituto-integra.com/humanismo.html

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